En un documento de San Victorián, fechado en 1085, aparece el nombre de Laspuña como “llas Sponas".
Son varias las teorías sobre el origen toponímico actual de Laspuña (A Espuña en aragonés). W. Meyer-Lúbke dice que el nombre de Laspuña pertenece a las lenguas prerromanas que se hablaban en los pirineos; según Bienvenido Mascaray es de origen ibero y por último está la teoría que le da un origen en la época romana y a su lengua el latín. La expresión italiana "sulla sponda", que es casi idéntica a "Illas Sponas" significa orilla, lado, borde, terraplén, ribera.
Durante la Guerra Civil, la vida en Laspuña se vio duramente afectada por los incidentes de la contienda. La continuidad de las explotaciones madereras permitió a Laspuña ser uno de los pueblos más desarrollados de la época. Llegó a tener un colegio de bachillerato municipal cuando no lo había en Aínsa